viernes, 4 de enero de 2013


      Los colores y dibujos de las alas de las mariposas diurnas y nocturnas contribuyen a proteger al animal de los depredadores. Algunas especies poseen manchas en forma de ojo u otro dibujo que distrae la atención de sus enemigos de las partes vitales del cuerpo hacia las alas. En muchas especies, la coloración críptica, alas que se confunden con el fondo del suelo, las cortezas o las hojas, hace las veces de camuflaje, protegiendo a los insectos de los depredadores que acechan con la vista.

      La evolución más compleja es la de las mariposas que exhiben una coloración llamativa o de aviso. Algunas de estas especies acumulan en su cuerpo productos tóxicos, extraídos por las orugas de las plantas huésped, que hacen que el insecto resulte desagradable o tóxico para los vertebrados. Este tipo de mariposas generalmente presentan marcas amarillas, naranjas o rojas sobre fondo oscuro para advertir a los depredadores.

       En muchas localidades, en especial en tropicos, las mariposas comestibles tanto diurnas como nocturnas, han desarrollado dibujos en las alas que imitan los de especies no comestibles, lo que les suministra protección.

     Entre las plagas más destructivas de las cosechas y los alimentos almacenados; por el contrario, muy pocas especies de mariposas diurnas atacan plantas de importancia económica. Estudiadas desde hace mucho por los aficionados, que han aportado abundante información biológica y sobre su distribución, las mariposas diurnas se han convertido en un grupo de prueba clave para la investigación ecológica y evolutiva.

Son muy apropiadas para la investigación genética en laboratorio, es fácil seguir la pista en el campo, y se cree que son representativas de la mayoría de los insectos herbívoros, los más importantes competidores de la humanidad por la comida. También sirven como especies indicadoras de la alteración del medio ambiente.




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